Por medio de la presente nos permitimos poner a su disposición un breve análisis de la Sentencia C-930 de 2009, por medio de la cual, la Corte Constitucional determina una serie de requisitos para que un suceso de familia se constituya como una grave calamidad doméstica, la cual, en virtud de los principios de dignidad y de solidaridad, exigen un mínimo de consideración y apoyo del empleador.